domingo, 25 de junio de 2017

Gracias, Finlandia. Gracias, Xavier.

Hace unos meses adquirí un libro muy interesante que merece una breve reseña, no sólo por la profundidad de su investigación sino también por el rigor con el que está escrito. Xavier Melgarejo, su autor, lleva a cabo un recorrido por la educación finlandesa, aquella que se ha convertido en referencia de los países europeos. Su profundo conocimiento del sistema educativo finlandés no hace adentrarnos en sus mecanismos de éxito y cuyo secreto no es ni más ni menos que darle a la educación el valor que merece. Así, por citar algunas cuestiones, no existe la figura del inspector de educación puesto que son los directores de los centros educativos los que eligen al personal docente incluso antes de que acaben Magisterio; la ratio en las aulas no llega a diecisiete alumnos; y además existe todo un sistema de ayudas estatales para conciliar la vida familiar y laboral y la educación de los hijos. Son sólo algunos ejemplos de cómo un país otorga a la educación el valor que requiere. No es una cuestión únicamente de recursos, sino también de solidaridad, de historia, de ética, de futuro...

Xavier, docente español miembro del Consejo Escolar de Cataluña y Consejero del Instituto superior de Evaluación del sistema Educativo de Cataluña, ha sido uno de los grandes estudiosos de este sistema educativo del que se nutre para poder alentar en España hacia un cambio en el panorama pedagógico. Sin duda, un esfuerzo que valoramos quienes pertenecemos a este ámbito, pero que en este país requiere de una despolitización a gran escala, en donde al sistema educativo se le deje andar sin el secuestro ideológico que provoca el poder político.

Un libro recomendable para cualquiera que quiera conocer un sistema educativo exitoso y acercarse a la realidad educativa de algunos países europeos que también son analizados en este texto.





domingo, 4 de junio de 2017

"Tan sólo podemos deducir las consecuencias que supondría una nueva cultura que se tome en serio los procesos de desarrollo de los niños, que confíe plenamente en ellos y que por lo tanto coopere con ellos de forma decisiva. Ésta podría ser muy bien una cultura en la que la vida familiar sería considerablemente más armoniosa de lo que podemos imaginarnos. Con toda seguridad habría menos estrés y enfados; menos palabras, acciones y gestos que de forma inconsciente obedecen hábitos adquiridos contra los que los niños protestan con más o menos severidad, pero contra los que nadie hace realmente nada. En una cultura de este tipo no volveríamos a vivir la resignación paulatina ni la lucha abierta o subliminal contra el mundo que en la actualidad representa un problema para nosotros. Incluso desaparecerían por sí solos algunos de los llamados impedimentos y trastornos de conducta."

Rebeca Wild, Libertad y límites. Amor y respeto. Herder.


sábado, 3 de junio de 2017

Hace unos días leía estas palabras: "La escuela acaba separado a las personas de su propia capacidad de aprendizaje para que finalmente dependan de la autoridad de las instituciones y de los expertos, de la tecnocracia. (...)Al final se acaban perpetuando las situaciones de injusticia social y económica gracias a las escuelas."

Estas son palabras  de Francisco José Cuevas Noa, de su obra Anarquismo y educación (Cuadernos Libertarios núm. 11 de Fundación Anselmo Lorenzo), que no hicieron sino de resonancia en mis adentros como aquel rayo con el que comparaba Miguel Hernández a la Revolución. La educación actual se reviste de nuevos ropajes, a sabiendas que su estructura no sirve sino a un propósito: el de la reproducción social y el modelo capitalista. Con esto no quiero decir que no existan experiencias paidocéntricas en donde el niño se convierte en el protagonista de su vida y sus aprendizajes, pero las nuevas corrientes pedagógicas están recubiertas de un halo edulcorado que  no varía su primera y última intención. Ya Pedro García Olivo en sus Escrituras Ahuyentables I lo advierte de un modo radical: "nada cabe esperar de las experiencias escolares alternativas, nada desde el punto de vista de la 'resistencia' capitalista...Mi corazón me dice que lo 'libertario' en la escuela no es 'reformarla' y 'preservarla' sino 'convulsionarla' y abandonarla."

Es interesante documentarse al respecto, puesto que el abanico de ofertas pedagógicas es amplio y, en ocasiones, son muchas las mutaciones que genera: escuelas de educación libre, escuelas donde el centro del aprendizaje son las lenguas extranjeras, escuelas expertas en pedagogía sistémica, escuelas punteras en el uso de las TIC,  escuelas de enfoque tradicional, etc. Sin duda es un amplio debate o quizá debiéramos decir una ardua investigación,  aquella que nos lleva a rebuscar en estas propuestas para buscar su finalidad, sus pretensiones, sus conexiones, etc. Creo que a través del conocimiento y la escucha al niño es la manera más genuina de elegir una de esas propuestas para posicionarse en un paradigma u otro, y aún a sabiendas de que la escuela es un microcosmos social, pensar en qué tipo de sociedad proyectamos a futuro. 


Resposabilidad 0

Me siento aturdido ante tanta hipocresía que maman nuestros alumnos, hijos, sobrinos, nietos... Las aulas están llenas de personas que me mu...