miércoles, 27 de junio de 2018

Acompañar

Dedicado a un claustro de una escuela barcelonesa:

Una de las acepciones de esta palabra en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es aquella que dice que acompañar es participar en los sentimientos de alguien.

En los proyectos educativos sería tranquilizador encontrarnos con acompañantes que buscasen el bienestar emocional de los alumnos, aquellos que en su exploración del mundo encuentran también la resonancia que surge de sus conquistas o frustraciones en esta interacción.

Lamentablemente no encontramos muchos acompañantes, pero sí meros transmisores más o menos explícitos de una cultura dominante autoritaria, en donde el niño simplemente es un proyecto de persona que se moldea en base al miedo, el autoritarismo o la falsedad.

Me encuentro con que muchos de mis compañeros de profesión no hacen uso de esa alegría que produce el acompañar al alumno. Están demasiado ocupados en sus egos y se nublan ante las dificultades. Lástima.

La complicidad, la mirada o la disponibilidad solícita juegan a favor de aquel que acompaña, mira y mima. Les animo a aquellos que están en la búsqueda de una educación real y respetuosa, que busquen en la sutilidad de los gestos de aquellos que van a acompañar a sus hijos, porque es allí donde brilla lo magnífico de participar con el otro...



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Resposabilidad 0

Me siento aturdido ante tanta hipocresía que maman nuestros alumnos, hijos, sobrinos, nietos... Las aulas están llenas de personas que me mu...